El ICAC ha descubierto en la Roca Plana (Punta de la Mora, Tarragona) el que posiblemente fue el puerto de la cantera romana de El Mèdol. Lo demuestran cortes artificiales que acaban de dar forma al muelle natural y perforaciones cuadrangulares que habrían servido para encajar elementos de madera. Se trataría, pues, del primer muelle propiamente industrial de época romana detectado en Cataluña y uno de los pocos del Occidente mediterráneo, de gran importancia para la arqueología.
Concretamente, las evidencias que apoyan la hipótesis del puerto son las siguientes:
1) Recortes artificiales de la roca, especialmente el lado septentrional del muelle, que conforman un corte rectilíneo de unos 40 m de longitud.
2) Encajes cuadrangulares en el muelle, en los que podrían haberse fijado grúas de carga.
3) El hallazgo de un sillar de piedra de El Mèdol abandonado al muelle, que es un tipo de piedra geológicamente diferente a la roca que constituye la costa en este sector.
4) La presencia de un yacimiento romano a sólo 150 m del muelle, en la playa de Calabecs, con abundante cerámica del segundo tercio del siglo I dC, que coincide con uno de los momentos álgidos de explotación de la cantera y con la construcción de los monumentos provinciales de la acrópolis de Tàrraco.
5) La proximidad de la cantera de El Mèdol, situada a sólo 1 km de distancia, y con un camino bastante plano, donde sólo hay que salvar un suave desnivel de 10 m de altura en los últimos 300 m.
Treballs de topografia del moll. Al fons, la ciutat de Tarragona.
La Roca Plana se sitúa en el antiguo término de Tamarit, entre la Platja Llarga y la Punta de la Mora, a occidente de la playa de Calabecs. Se trata de una lengua de roca de unos 75 m de longitud y 15 de anchura que se adentra en el mar. Sólo los primeros 25 son transitables, mientras que los 50 restantes quedan sumergidos a muy poca profundidad. Cómo indica el topónimo, la roca está alisada en toda su superficie e hace pensar que, a pesar de su origen natural, esta lengua fue retocada para convertirla en un muelle que, dada su proximidad con la cantera de El Mèdol, podría haber servido para embarcar bloques de piedra.
El muelle configura un pequeño puerto de unos 50 m de longitud y 5 m de anchura. En buena parte se encuentra bajo el agua debido al ascenso del nivel del mar en estos últimos 2.000 años. El periodo álgido de explotación de la cantera de El Mèdol se sitúa entre los siglos II aC y el II dC, y ésta es la cronología que tendría que atribuirse a la infraestructura.
La metodología de los trabajos llevados a cabo ha consistido en reconocer este sector de costa, prestando especial atención a los recortes artificiales de la roca y a posibles recortes antiguos para encajar elementos de madera. Los investigadores han realizado un levantamiento topográfico de todo el sector además de la documentación fotográfica. También han estudiado las corrientes marinas y los vientos para comprobar la idoneidad de la infraestructura desde el punto de vista de la navegación.
Han participado en la prospección arqueólogos, un geólogo y un topógrafo bajo la dirección de Jordi López Vilar (ICAC) y Anna Gutiérrez Garcia-M. (IRAMAT-CRP2A-Université de Bordeaux Montaigne). Además, hoy también ha presentado la novedad arqueológica Gerard Martí (Museo de Historia de Cambrils), uno de los colaboradores de la investigación, que todavía está en curso. No se descarta hacer investigaciones submarinas en el futuro.
La intervención en la Roca Plana completa la excavación arqueológica que efectuó el ICAC en la cantera de El Mèdol en 2013. Algunos aspectos fundamentales del yacimiento quedaron pendientes de aclarar, entre ellos, el transporte de la piedra hacia Tarragona. Tradicionalmente se había pensado en un transporte terrestre, por la vía Augusta, un camino largo (7,5 km) y lento. Una segunda opción era precisamente el transporte por mar.