El blog del Servicio de Arqueología y Paleontología del Departamento de Cultura (Generalitat de Catalunya) ha publicado el vídeo de la conferencia (en catalán) “Intervenciones en el yacimiento ibérico de ‘Coll del Moro’ (Gandesa, Terra Alta) entre 2014 y 2018”, que tuvo lugar el pasado 24 de abril en el Palau Marc de Barcelona, en el marco del ciclo de conferencias de la Tribuna de Arqueología 2018-2019.
Los conferenciantes fueron Maria Carme Belarte (ICREA-ICAC) y Rafel Jornet (UB – Món Iber Rocs, SL), con Joan Martínez como moderador.
En el mismo blog podéis leer una pequeña entrevista con los conferenciantes sobre algunos aspectos destacados de la conferencia, que os resumimos a continuación:
Coll del Moro es un yacimiento con una larga trayectoria de investigación. ¿Qué han aportado las nuevas intervenciones?
Las intervenciones llevadas a cabo entre 2014 y 2018 han aportado como primera novedad una ampliación del alcance de las intervenciones. Se ha combinado la excavación en extensión dentro del núcleo de hábitat ya conocido y definido por una torre, con trabajos de prospección. En el norte de la torre se realizó una prospección intensiva pedestre en un territorio de 2,5 ha así como prospecciones geofísicas. Además, en el valle de la Cendrosa, en el sudeste del núcleo de hábitat, se ha prospectado a pie y de forma intensiva un territorio de 140 ha.
¿Cuáles han sido los principales resultados de la excavación?
Los trabajos han aportado información sobre todo por las fases del siglo III a.C. en adelante. En la zona más bien conservada, en el siglo III a.C. se construyen al menos tres edificios de planta absidal, con forma de bastión y distintas estancias adosadas. Uno de estos recintos ya había sido excavado por Núria Rafel, que pudo documentar un taller de lino. En las últimas intervenciones hemos constatado que otras estancias del conjunto también tenían funciones artesanales y de almacén. Destaca un conjunto de estructuras interpretadas como una almazara, posiblemente en uso desde el siglo III a.C. y amortizada a mediados del siglo II a.C. Además, toda esta zona ha proporcionado centenares de semillas de uva. Otras estancias contienen abundantes pesos de telar y torteras, entre otros materiales. El único bastión propiamente dicho que hemos excavado hasta el momento contiene abundantes tinajas y otros grandes contenedores, de manera que se podría tratar de un espacio de almacén a la vez que de un recinto defensivo. Todo esto sugiere que el edificio estaba dedicado a actividades artesanales, de producción de vino y de tejidos.
Después de una destrucción por incendio a finales del siglo III a.C., se documentan por encima de los restos de estos edificios dos fases de ocupación, una de ellas (a mediados del siglo II a.C.) no implica reformas constructivas importantes, mientras la segunda (a inicios del siglo I a.C.) se caracteriza por la remodelación de algunas estancias y la construcción de algunos recintos de planta rectangular sobre los antiguos bastiones.
¿Qué datos ha aportado la prospección?
En el norte del asentamiento, entre las dos áreas de necrópolis Maries y Camp Teuler se ha documentado una extensión del yacimiento estimada en un mínimo de 2,5 ha. Los escasos materiales de importación permiten datar esta ocupación entre finales del siglo VII a.C. y finales del siglo III – inicios del II aC; la fase más bien representada es precisamente esta última, que coincide con la ocupación que tenemos documentada por los trabajos de excavación. Desgraciadamente, la prospección geofísica no ha aportado resultados significativos.
En La Cendrosa la prospección pedestre de superficie sobre 254 parcelas ha permitido localizar dos nuevos yacimientos de pequeñas dimensiones de época ibérica, muy probablemente se trate de asentamientos de tipo rural. Además, atendiendo a los materiales recogidos, se han documentado yacimientos de otras épocas: neolítico/calcolítico, preibérico y romano alto y bajo imperial. La continuación, en los próximos años, de los trabajos de prospección y excavación de alguno de los nuevos asentamientos localizados deberán permitir establecer y caracterizar un patrón de hábitat y su evolución en torno al nuclio principal de Coll del Moro.