Nuevos hallazgos del proyecto arqueológico del ICAC sobre la huella militar de los ejércitos cartaginés y romano en la Cataluña interior.
Tarragona Digital, «Tropes romanes a l’Alt Camp i la Conca de Barberà: a la recerca dels episodis bèl·lics de fa més de 2.000 anys».
Un proyecto dirigido por el investigador del ICAC Jordi López, en colaboración con el investigador de la UB Jaume Noguera, estudia el movimiento de las tropas romanas por el interior de Cataluña con sorprendentes descubrimientos.
El movimiento de tropas romanas no dejaba a su paso ninguna construcción estable ni restos fáciles de encontrar, por lo tanto el reto que presenta este proyecto es aún más ambicioso. «Es una arqueología innovadora, aquí se trabaja en ella desde hace década, como mucho», explica Jordi López.
Se han encontrado balas de honda, puntas de flecha y monedas de la época de Aníbal o de Julio César
Todos los hallazgos que se han ido haciendo constatan que el área de Tarragona fue escenario de guerras civiles hace más de 2.000 años y que las tropas de la época se movieron por lugares que ni imaginaríamos. Las fuentes clásicas ya nos hablan del paso de Aníbal hasta Italia pasando por la actual Cataluña el año 218 a.C. o de batallas de la guerra civil entre César y Pompeo en el siglo I a.C., que también se desarrollaron en nuestro territorio, donde se han detectado lugares estratégicos de vigía o de control de paso, como es el caso de La Riba o Cabra del Camp (Alt Camp, Tarragona).
Los trabajos de prospección se están llevando a cabo en la zona de Tarragona y Montañas de Prades, pero el radio de actuación del proyecto alcanza hasta el Ebro y la zona de Lleida.
Una moneda difícil de encontrar y una importante ciudad ibérica arrasada
Uno de los hallazgos más destacados es una moneda cartaginesa en la zona de la actual ciudad de Valls, una importante ciudad ibérica destruida por los romanos.
«Teníamos noticia que en los alrededores de Valls se habían localizado monedas cartaginesas; son muy extrañas de encontrar aquí porque Cataluña no estuvo en casi ningún momento en poder de los cartagineses y tampoco se establecieron del todo, solo tuvieron tropas unos meses», explica López.
Parte de estas insólitas monedas nos dibujan el rastro que va dejó el ejército de Aníbal cuando se dirigía a Italia y pasó por las tierras de la Cataluña interior.
Una parte este ejército se quedó aquí para asegurar el territorio. Con la entrada de los romanos a la península se libró la denominada batalla de Cissa entre los dos ejércitos. Según López, «las fuentes clásicas dicen que los cartagineses habían establecido su campamento al lado de una pequeña ciudad que se llamaba Cissa y que los romanos destruyeron después de ganar la batalla».
Tenemos la hipótesis que Cissa, donde se libró la batalla entre los ejércitos cartaginés y romano, podría ser la actual Valls
Precisamente cerca de Valls se han encontrado monedas de esta época. «Pensamos que allí se encontraba el campamento cartaginés y tenemos la hipótesis que Cissa podría ser la actual Valls». De hecho, en Valls hay los restos de un poblado ibérico destruido con unas características que coinciden con este episodio bélico.
De cara al estudio arqueológico, es una zona de mucho interés porque está muy bien conservada. Dado que se destruyó e incendió violentamente, aún contiene todo lo que había en el interior de las casas, una pequeña Pompeya. Además, «sabemos que a tocar del poblado hay un fosado inmenso, la cual cosa indica la importancia de este poblado ibérico», explica Jordi López.
Las balas de honda, un arma letal que se deja de utilizar en el siglo I d.C.
«Hemos estudiado un conjunto de balas de honda encontrado en Picamoixons», comenta el investigador. La honda era un arma consistente en una tira corta de una materia flexible, especialmente cuero, donde se ponía el proyectil, unida en sus extremos a dos trenzas de esparto, de cáñamo, etc., y que permitía lanzar balas a grandes distancias. Se dejó de utilizar en el siglo I d.C. porque era más fácil entrenar los soldados con el arco y la flecha que no con la honda.
El conjunto de balas inscritas que se ha recopilado, uno de los más importantes del mundo romano
Lo más interesante del hallazgo es que las balas, hechas de plomo, a veces tienen marcas de la legión. En concreto, las balas encontradas en Picamoixons presentan las letras ‘SCAE’, las primeras letras de Scaevola, un militar que luchó al lado de César durante sus batallas contra Pompeo.
El hallazgo constituye uno de los conjuntos más importantes de balas inscritas del mundo romano, con un total de 82 piezas y juntamente con monedas de la época de Julio César. «Las monedas ayudan mucho para afinar la época, ya que se conocen muy bien y a menudo se puede precisar el año exacto de cada una».
Aun así, Jordi López aclara que «no es necesariamente indicativo de una batalla, puede que solo fuera un punto de vigía y se les descuidaron allí, ya que se encontraron en un solo punto y no esparcidas como habrían quedado en caso de un episodio violento». En Espluga de Francolí también han aparecido balas con el nombre ‘SCAE’, un hecho nada extraño, una que «justo por allí pasaba la vía romana que va de Tarragona a Lleida». Bajando de Prades, aparecen nuevas balas, estas con el número XII, marca de la legión que en ese momento luchaba con el César.
El proyecto de investigación «Testimonios arqueológicos de la segunda Guerra Púnica en el Camp de Tarragona» cuenta con la financiación del ICAC, la Fundación Privada Mútua Catalana y el Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya; y también del Museo de la Vida Rural.