El hallazgo se ha producido mientras se buscaba el acceso principal al poblado, del que se ha podido datar un momento álgido entre los siglos III y II a. C.
Este julio ha finalizado la primera campaña arqueológica de una nueva fase de intervenciones arqueológicas en el yacimiento del Alto Chacón, situado a unos 4 km de Teruel. Este yacimiento arqueológico se encuentra a casi 1000 m de altura y abarca un amplio montículo amesetado con una superficie cercana a los 10.000 m2.
Se trata de un asentamiento amurallado, con torres y reforzado con un foso por los lados sur y este (los más accesibles). El yacimiento cuenta con una extensa vida, con una ocupación desde el siglo V a. C. al siglo I d. C., aunque a tenor de los estudios realizados hasta la fecha, su momento álgido parece situarse entre los siglos III – II a. C.
Los primeros trabajos arqueológicos en el yacimiento se desarrollaron bajo la dirección de Purificación Atrián, directora entonces del Museo Provincial de Teruel, entre 1969 y 1972. Se excavó un área de unos 750 m2 en la que se identificaron diferentes estancias que podrían pertenecer a unas 8 o 10 viviendas y dos calles.
Los restos excavados durante la primera fase de la intervención fueron restaurados y hoy en día todavía son visibles. Entre 2005 y 2006 el Museo Provincial de Teruel promovió una nueva fase de restauración, además de una museización y adecuación del yacimiento para su visita libre.
Los trabajos arqueológicos en Alto Chacón en 2022 se han llevado a cabo entre los meses de mayo y junio.
A pesar de las actuaciones arqueológicas llevadas a cabo en el yacimiento del Alto Chacón (Teruel), el desconocimiento sobre este poblado es acusado. Debido a esto, existe una apuesta por su visibilidad y atractivo turístico (el yacimiento se encuentra a escasos kilómetros de la ciudad). Será de nuevo el Museo Provincial de Teruel quien, en su programa de excavaciones arqueológicas anuales, incluya al Alto Chacón en sus proyectos de investigación, bajo la dirección de las arqueólogas Marta Pérez Polo (Universidad de Navarra) y Marta Blasco Martín (ICAC, Equipo de investigación en Arqueología Protohistórica). Las intervenciones en el yacimiento cuentan con la colaboración del Instituto Catalán de Arqueología Clásica y la empresa Iniciativas Culturales y Turísticas S. L.
Las prospecciones geofísicas, aplicadas a la exploración del subsuelo, revelaron parte del entramado urbano y permitieron planificar los trabajos de excavación arqueológica. La campaña 2022 se ha centrado en dos zonas concretas del yacimiento, con el objetivo de obtener una secuencia cronológica precisa y determinar el acceso del poblado y su relación con el sistema defensivo y viario.
En una primera fase, el equipo dirigido por Pérez y Blasco ha trabajado en una vivienda del poblado, con acceso mediante escalera y separación interna con una pared medianera de adobe. En este espacio se ha corroborado que el momento álgido del poblado se sitúa entre los siglos III y II a. C. y que, en las últimas fases de vida, se pudo reducir su extensión y centrarse en algún punto concreto del poblado. Además, se ha documentado un hogar, menaje cerámico y el residuo alimenticio característico de un hábitat doméstico.
En un segundo ámbito de actuación, se ha desvelado un tramo de muralla y una torre y se ha trabajado en el posible acceso al poblado, reformulado en algún momento, como indica la aparición de una zona de producción con varios hornos adosados a la muralla.
El retorno de las actuaciones y estudios arqueológicos en el yacimiento de Alto Chacón (Teruel) ponen de nuevo el acento en el potencial de este poblado. Desde el punto de vista de la investigación, es significativa su ubicación estratégica, en un lugar de frontera entre las áreas del valle del Ebro, la Meseta y la costa levantina, donde está presente la confluencia de la cultura ibera y celtíbera.