Los trabajos arqueológicos liderados por Josep Maria Macias , Albert Ribera y Miquel Rosselló se adentran en las formas de vida, en las costumbres y en la sociedad de este asentamiento.

Las excavaciones arqueológicas en el yacimiento visigodo de Valencia «la Vella» en Riba-roja de Túria –impulsadas por el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria y el Instituto Catalán de Arqueología Clásica– han encontrado evidencias de una estructura que podría haber sido un gran pozo de agua que conectaría con la capa freática del río Turia para hacer llegar agua que se destinaría al consumo humano de las personas que vivían en el asentamiento.

La campaña 2022 en este enclave histórico de Riba-roja de Túria ha concluido con la séptima campaña de excavación de la antigua ciudad visigoda de Valencia «La Vella», en el marco del proyecto de recuperación patrimonial que el Ayuntamiento y el ICAC llevan a cabo, desde hace años, con la colaboración también del Área de Cultura de la Diputación de Valencia.

Los trabajos arqueológicos se han centrado este año en la limpieza y recuperación de determinadas áreas del yacimiento arqueológico, con especial atención a la adecuación de nuevos segmentos de la muralla perimetral que delimitaba el asentamiento. Además, se ha localizado una nueva torre que forma parte de la muralla divisoria entre las plataformas intermedia e inferior de la ciudad visigoda. Hasta el momento, a lo largo de todas las campañas arqueológicas que se han sucedido, las labores de limpieza han permitido sacar a la luz hasta diez torres en todo el área del yacimiento.

La excavación ha permitido, también, el hallazgo de los restos de una posible puerta de comunicación entre la plataforma mediana, con un carácter centrado en la artesanía y la parte residencial, y la gran plaza pública existente en la plataforma inferior asentamiento. El descubrimiento de nuevos silos de almacenaje constata la evidencia de que esta área formaba parte de un recinto artesanal, además, especializado en la elaboración del vidrio.

Otro hallazgo destacado ha sido un retablo de forma cuadrada, en su parte superior, y circular, en su zona inferior, que podría ser un gran pozo de agua que conectaría, de confirmarse las primeras hipótesis, con la capa freática del río Turia. Es en la parte superior de esta estructura donde se instalaría el mecanismo a través del cual se transportaría el agua al asentamiento.

Sin duda, la procedencia del agua para el consumo humano en este asentamiento es uno de los mayores interrogantes existentes, actualmente, respecto Valencia «la Vella». Una de las vías de acceso al consumo del agua sería directamente desde el río Turia, que se encuentra muy cercano; mientras que la otra procedencia podrían ser los diversos acueductos que se construyeron en su día y del que existen estudios y hallazgos en distintos trabajos históricos.

Las excavaciones en el yacimiento han continuado con un sondeo realizado en la terraza superior del enclave arqueológico y que ha constatado la presencia de un horno metalúrgico que, a su vez, permitiría demostrar el alto empleo existente en la plataforma intermedia . La función artesanal y residencial en el barrio central de la ciudad visigoda es una de las hipótesis que se han demostrado después de las labores de los últimos años, con un espacio dedicado a diversas actividades económicas de sus habitantes, además de sus viviendas y las silos de almacenaje de productos.

El alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga, ha enaltecido “la ingente labor y trabajo que llevan a cabo cada año el equipo de arqueólogos junto a todos los alumnos participantes, con una labor muy importante para estudiar y trabajar sobre el terreno con el objetivo de conocer con mayor profusión todos los aspectos que envolvían a la civilización visigoda; cada año conocemos más aspectos y vicisitudes que nos ayudan a entender nuestro municipio a partir de nuestro pasado”.