Arqueólogos del ICAC, en el marco del proyecto de estudio de los acueductos romanos de Tárraco, han penetrado en una de las galerías romanas de la Mina de l’Arquebisbe, en el término municipal de Pallaresos (Tarragona).
Se trata de una de las siete galerías excavadas en el subsuelo de la montaña que formaban parte del acueducto romano de Puigpelat y que fueron reaprovechadas en el siglo XVIII en la construcción de la Mina de l’Arquebisbe (mina del arzobispo, en catalán), de manera que, después de 2.000 años, todavía llevan agua a la ciudad cumpliendo perfectamente su misión.
La galería explorada tiene entrada por la calle Llevant de Pallaresos y se accede por un pozo de 10 m de profundidad. La galería tiene una longitud de 220 m y se caracteriza por trazar un recorrido no del todo rectilíneo, sino con varias sinuosidades. Su altura es muy irregular, de entre 1,20 y 4,70 m de altura según la zona, y con unas secciones que presentan una gran variabilidad.
Los investigadores han podido observar que esta galería romana fue objeto de reformas orientadas a su mantenimiento. Entre ellas, destacan dos actuaciones ejecutadas en el siglo XVIII, momento en que la galería se volvió a poner en funcionamiento: la construcción en su interior de una canalización con pavimento de obra y dos muretes paralelos de unos 50 cm de altura, y la edificación de una serie de muretes transversales de refuerzo.
Aparte del pozo de acceso, esta galería tiene otra conexión con la superficie, mediante uno de los característicos respirales cilíndricos del s. XVIII que probablemente se construyó aprovechando uno de los pozos de extracción de materiales perforados durante la construcción de la galería romana.
Los arqueólogos Jordi López Vilar y Josep M. Puche han sido los encargados de adentrarse en las profundidades de la galería. La exploración se ha podido realizar gracias a la buena disposición y ayuda de EMATSA, que tiene a su cargo el cuidado de la Mina de l’Arquebisbe: un lugar histórico reconocido como Bien Cultural de Interés Local y que EMATSA protege con un plan especial que incluye medidas de protección, mejoras de la infraestructura y difusión de información a la ciudadanía para hacerla conocedora de los valores funcionales, patrimoniales, históricos y paisajísticos de los elementos de la Mina.
Estos elementos históricos dan vida a la historia de Tárraco y resaltan la importancia de la preservación del patrimonio arqueológico.
La Mina de l’Arquebisbe sigue siendo un lugar de exploración y descubrimiento para los investigadores, aportando una mirada única a la conexión entre el pasado y el presente de la ciudad de Tarragona.
La intervención del ICAC forma parte del proyecto de investigación AQVAE TARRACONEM DVCTAE: La portada d’aigües a Tàrraco i vil·les de l’entorn, codirigido por los Dres. Jordi López Vilar y Josep Maria Puche Fontanilles, miembros del grupo de investigación MIRMED del ICAC-CERCA.
Sobre el Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC-CERCA)
El Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC-CERCA) es un centro CERCA creado como consorcio en 2003 por la Generalitat de Catalunya y la Universidad Rovira i Virgili. Es una institución líder en la investigación y conservación del patrimonio arqueológico en Catalunya. Tiene su sede en Tarragona, ciudad reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 2000. Sus investigadores e investigadoras trabajan para comprender el pasado a través del estudio de los restos arqueológicos y promover la preservación del rico legado histórico de la región. Som CERCA!
Para más información, visitad el sitio web del ICAC en www.icac.cat.
Sobre EMATSA
EMATSA és la empresa municipal encargada de la gestión y el mantenimiento de los servicios de agua y alcantarillado en Tarragona. Con un compromiso firme con el medio ambiente y la comunidad, EMATSA juega un papel fundamental en la conservación de las infraestructuras históricas de la ciudad, como es la Mina de l’Arquebisbe. Para más información, visitad www.ematsa.cat.