Hasta hace unas décadas, el estudio de los hábitos alimenticios romanos se llevaba a cabo principalmente a través de la información disponible en las fuentes escritas. Esta aproximación, sin embargo, ha resultado ser insuficiente. Por otra parte, se supone que la dieta romana consistiría básicamente en el consumo de cereales. Pero la realidad es que los yacimientos romanos están tan llenos de cerámica como de huesos de animales. Asimismo, la dieta no sería homogénea. Podía variar entre las clases ricas que residían en villas suburbanas, los campesinos que residían en asentamientos rurales y las comunidades urbanas que vivían en las ciudades (y entre la edad y el sexo de todos esos habitantes). Por tanto, se hace evidente la necesidad de documentar estas pautas de consumo más precisas y detalladas de los habitantes del Imperio Romano, para proporcionar la resolución necesaria que no se ha logrado hasta ahora.
BIOEAT pretende llenar ese vacío de información. Este proyecto evalúa y caracteriza la contribución de los productos animales (terrestres, marinos y lácteos) en la dieta cotidiana de mujeres, hombres y criaturas que vivían en ciudades, granjas y villas. Para ello, implementa los últimos avances metodológicos en arqueozoología y biogeoquímica (análisis isotópicos en huesos humanos y animales, y análisis de residuos orgánicos en recipientes cerámicos).
Nos centramos en la provincia romana de la Hispania Tarraconensis, seleccionando restos humanos y conjuntos faunísticos y cerámicos de las ciudades más representativas y de asentamientos rurales cercanos a estas ciudades.
Esta investigación multidisciplinar (con respecto a la metodología), en profundidad (en cuanto a los objetivos a alcanzar) y extensa (en cuanto al número de yacimientos estudiados) nos permitirá obtener por primera vez una visión muy completa y veraz de los hábitos alimenticios romanos.
Proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Unión Europea
