Historias de los pozos, o cómo los pozos romanos de Guissona pueden aportar nueva luz a la vida del pasado.
Las excavaciones en la ciudad romana de Iesso empezaron hace más de treinta años en el marco de un proyecto de investigación liderado por el equipo de Arqueología Clásica de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y dirigido por Josep Guitart y Joaquim Pera. El área de excavación se encuentra en las afueras de la actual ciudad de Guissona (Lleida) y está vinculada al Museo de Guissona, dos espacios que en combinación promueven la investigación y la difusión del pasado romano de la zona.
Los hallazgos de Guissona son de particular importancia de cara a aportar nuevos datos al conocimiento actual de esta parte del Imperio Romano
Hasta ahora, se habían localizado un total de cinco pozos, en distintas partes de la ciudad antigua. Pero ¿qué hace que estos pozos sean destacables? La respuesta a esto son las condiciones anaeróbicas creadas en su microentorno, que pocas veces se dan en las excavaciones arqueológicas en la Mediterránea. Las condiciones de saturación de agua que se han formado en los pozos han permitido una excelente conservación de una serie de restos orgánicos que raramente se encuentran en la zona, como un cubo y distintos objetos de madera, partes de zapatos de piel o restos de verduras.
Tres de los pozos ya se habían excavado en campañas arqueológicas anteriores. Los dos primeros se descubrieron el año 2000 y están datados en la fase republicana de la ciudad. El tercer pozo, situado fuera de la muralla de la ciudad, se excavó el año 2017.
Las dos arqueólogas que dirigieron su excavación, las doctoras Núria Romaní y Esther Rodrigo (UAB), explican que el pozo estaba asociado a un edificio que probablemente era un albergue que ofrecía comida y alojamiento a los viajeros que llegaban a Iesso.
A lado y lado del albergue había una zona de patio, donde se construyó el pozo de agua para abastecer la instalación. El trabajo de Romaní y Rodrigo demostró que el pozo fue abandonado y parcialmente destruido por un incendio a finales del siglo II – inicios del siglo III d.C. y se llenó de una sola vez.
El verano de 2021 empiezan los trabajos en el cuarto pozo
El verano pasado el equipo arqueológico de Iesso pasó a excavar el cuarto pozo, bajo la dirección de la doctora Núria Rodrigo (UAB). El pozo se encontraba al lado del complejo de baños públicos de la ciudad romana. Según informó Rodrigo, el sedimento húmedo apareció a 1,60 metros del nivel de circulación y al final se obtuvieron un total de cuatro cortes hasta llegar al fondo del pozo. El pozo estaba lleno de sedimentos y contenía una mezcla de cerámica, restos orgánicos y otros hallazgos metálicos.
Parte de la cerámica parecía haber caído accidentalmente, cosa que sugirió al equipo que este pozo se había ido llenando gradualmente y sin querer, como consecuencia del abandono de su uso principal. A diferencia del resto de pozos, esta vez prácticamente no había restos faunísticos. Los restos arqueobotánicos, en cambio, eran numerosos y tenían un gran potencial de cara a obtener nuevos conocimientos significativos sobre la alimentación, el comercio i la vida social romana en general.
Un amplio equipo de arqueólogos y arqueólogas estudia los diferentes tipos de cultura material recuperada de los pozos para reconstruir el entorno de la ciudad romana, las preferencias alimentarias, las conexiones comerciales, las tecnologías del pasado y la vida social del pasado.
El material orgánico de los pozos está siendo estudiado por el siguiente equipo de expertos:
- El doctor Ramon Buxó (Museu d’Arqueologia de Catalunya) y David Canal fueron los encargados del estudio arqueobotánico (que no sea carbón/madera) del yacimiento hasta 2016, y han finalizado el estudio de los dos primeros pozos.
- La doctora Alexandra Livarda, investigadora Ramón y Cajal del equipo GIAP del ICAC, dirige el trabajo arqueobotánico (que no sea carbón/madera) desde 2017 y, junto con el estudiante de doctorado Theoni Baniou, actualmente está estudiando los dos últimos pozos.
- La doctora Raquel Piqué, directora del Laboratorio de Arqueobotánica del Departamento de Prehistoria de la UAB, dirige el estudio del material carbón/madera.
- El estudio zooarqueológico está supervisado por la doctora Maria Saña, directora del Laboratorio de Arqueozoología del Departamento de Prehistoria de la UAB. Los trabajos arqueológicos de los dos primeros pozos fueron realizados y finalizados por Núria Padrós bajo la supervisión de la doctora Maria Saña, mientras que los dos últimos pozos están siendo estudiados actualmente por Marc Larumbe, también bajo la supervisión de Maria Saña.
Este proyecto está financiado por el proyecto «La Ciutat romana de Iesso (Guissona)» (proyecto cuadrienal de la Generalitat de Catalunya, CLT009/18/00099), el proyecto I+D+i (Ministerio de Ciencia e Innovación, PID2019-104120GB-100), el Ayuntamiento de Guissona, el Institut d’ Estudis Catalans (IEC), la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y el Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC).