El pasado 14 de julio finalizó la 17ª edición del Curso de Arqueología Ciudad romana de Iesso, en Guissona.
El Curso de Arqueología Ciudad romana de Iesso ha reunido, en su 17ª edición, a estudiantes, investigadores y profesionales en un programa que combina la parte formativa con la parte de investigación vinculada al proyecto de investigación de Iesso.
Núria Romaní (UAB) es la investigadora principal del proyecto de Iesso (proyecto cuadriennal CLT009/22/00039), junto con Josep Guitart (UAB-ICAC).
En este vídeo nos da detalles de la campaña de 2023, en la cual se ha intervenido principalmente en dos sectores de la ciudad romana de Iesso: un sector que es un cruce entre dos calles (entre un cardo y un decumano) y, como hace unos años, la zona de termas. Se añaden este año un par de habitaciones anexas al edificio termal que aún se debe determinar si forman parte de estos baños o están en una zona externa.
En la 17ª edición del Curso de Arqueología de Guissona participó un grupo de 13 estudiantes. La mayoría eran estudiantes de grado de la UAB, pero también había tres estudiantes de la Universidad de Castilla la Mancha, una estudiante de la Universidad de Navarra y un estudiante de bachillerato de Vilafranca del Penedès.
Como elemento más excepcional, también se ha excavado un pozo que se encuentra en una zona doméstica de una gran domus y que será muy interesante porque aportará información sobre elementos que normalmente no se pueden conservar en excavaciones en tierra; principalmente, materia orgánica: madera, semillas y otros elementos que nos hablarán mucho de la vida cotidiana en la antigua Iesso.
Gran parte del nuevo material se ha extraído de un pozo de la casa señorial que se terminó de excavar la semana pasada, alcanzando una profundidad de hasta siete metros.
Lo que tiene de peculiar este pozo es que, como nos explicaron Patxi y Eric de la empresa Arqueolegs.cat, «el pozo está lleno de tierra y agua, o lo que llamamos lodos«. Esta composición contribuye a la conservación de muchos materiales orgánicos que en otros contextos no se pueden identificar. Cabe destacar que la extracción de estos materiales es bastante complicada. En la siguiente imagen se puede apreciar la compleja infraestructura que se tuvo que preparar para garantizar la seguridad de los arqueólogos.
La investigadora predoctoral del grupo GIAP, Theoni Baniou, se ha encargado de filtrar y limpiar las cestas que le iban trayendo del pozo, utilizando la técnica llamada wet sieving, con el fin de identificar estos restos (carbones, huesos, semillas, etc.) y estudiarlos posteriormente en el laboratorio del ICAC, como parte de su tesis doctoral Exploring Roman tastes: an archaeobotanical and network analysis approach to the investigation of food plant access, commerce and social identities, que está llevando a cabo con una beca propia del ICAC (CIN21).
Esta técnica de cribado es muy efectiva para identificar restos muy pequeños que pasan desapercibidos a simple vista. De hecho, en la excavación se utilizaron tamices de diferentes gramajes (5 mm, 1 mm y 0,2 mm) que han permitido la recuperación de materiales tan diminutos como semillas, cerámica, caracoles, huesos de animales y carbones.
Para garantizar la conservación de los materiales recuperados, después del cribado, los arqueólogos los guardaron en bolsas llenas de agua desionizada para mantenerlos en una atmósfera similar a la que tenían cuando se encontraban en el pozo. Si no lo hicieran así, los restos no llegarían íntegros al laboratorio y se perderían muchísimos datos.
Hasta el momento, la cronología propuesta para estas restas es romana y se extiende hasta el siglo V d.C., lo que aporta al yacimiento un nuevo horizonte cronológico.
David Castellana, director del Museo de Guissona, destaca la importancia de los pozos a nivel arqueológico y, específicamente, el de Guissona, porque nunca se ha llegado a secar. Como resultado, los materiales que arrojaron los habitantes de la época se han conservado en los sedimentos durante 2.000 años. Esto ha permitido la preservación de la materia orgánica, mientras que en otro contexto arqueológico habría desaparecido.
Theoni Baniou impartió, dentro del marco del Curso de Arqueología de Guissona, una charla al grupo de 13 estudiantes que participaron en esta 17ª edición. Con su ponencia titulada «Reconstructing the diet and foodways of Roman Iesso», los estudiantes pudieron conocer con más detalle los hábitos y la cultura alimentaria de los romanos que habitaron la ciudad de Iesso, gracias al estudio de las evidencias arqueobotánicas encontradas en el yacimiento.
En diciembre de 2022, llegaron al ICAC las primeras muestras extraídas de la campaña de verano de Guissona de 2022. Núria Romaní (UAB) y David Castellana (Museo de Guissona) visitaron personalmente el instituto y las muestras quedaron bajo la tutela de la Dra. Alexandra Livarda, codirectora del equipo de Bioarqueología (arqueozoología y arqueobotánica) del grupo GIAP del ICAC, y directora de tesis de Theoni Bainou.
El proyecto cuadrienal Transformacions urbanístiques, dinàmiques constructives i vida urbana a la ciutat romana de Iesso (Guissona, Segarra) es un proyecto financiado por el Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya (CLT009/22/00039) y el Ayuntamiento de Guissona.
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