Los jardines del Museo Bíblico Tarraconense acogieron, ayer por la tarde, la presentación del libro colectivo Tarracrópolis. Un viatge de 2.000 anys d’història.
Este volumen, editado por el Instituto Catalán de Arqueología Clásica, el Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya y el Museo Bíblico Tarraconense presenta 96 páginas a color y hace un recorrido por la historia de la acrópolis de Tarragona desde época romana hasta nuestros días.
En el libro se presentan todos los elementos gráficos que se pueden encontrar en el espacio de interpretación Tarracrópolis, que se inauguró en diciembre de 2020 y que es uno de los resultados del proyecto de investigación y de difusión liderado por el Instituto Catalán de Arqueología Clásica y el Museo Bíblico Tarraconense, con el mismo nombre.
En el libro es recogen textos de Josep M. Brull Alabart, Diana Gorostidi Pi, Josep M. Macias Solé, Lluís M. Moncunill Cirac, Andreu Muñoz Melgar, Andreu Muñoz Virgili, Míriam Ramon Mas y Immaculada Teixell Navarro. El libro se venderá al precio de 15 euros y, también, se podrá descargar gratuitamente (en pdf) a través de las webs del Museo Bíblico y del Instituto Catalán de Arqueología Clásica.
Además de los textos, cabe destacar el contenido gráfico y visual. Una compilación de los diferentes recursos y formatos empleados en la difusión de la evolución de la acrópolis de la ciudad que representa el proyecto Tarracrópolis. El libro, así, recoge la experimentación con las nuevas herramientas digitales, que se ha hecho con el apoyo de Ivan Fernández y Josep Maria Puche. No menos importante, se ha incluido la mención a las maquetas elaboradas por Josep Maria Brull y Andreu Ximenis. Otros recursos tradicionales que recoge el libro son la presentación de piezas, planos antiguos y un audiovisual.
Con este pequeño libro-catálogo, desde el ICAC damos por concluido el trabajo que hemos desarrollado durante los últimos cuatro años en el subsuelo del Museo Bíblico Tarraconense. No se ha tratado de una iniciativa aislada, sino de cuarta fase del proyecto Catedral, que ha tenido, y tendrá, por objetivo la promoción de la investigación y el conocimiento arqueológico de la acrópolis de Tarragona, desde la creación del campamento militar romano de los generales escipiones hasta la misma construcción de la Catedral medieval que, entre otras cosas, es el edificio patrimonial de la ciudad más antiguo y que mantiene su función primigenia.
Intervinieron en el acto Andreu Muñoz Melgar, director de los Museos Diocesanos de Tarragona; Josep M. Macias Solé, investigador del Instituto Catalán de Arqueología Clásica; Josep Maria Palet Martínez, director del Instituto Catalán de Arqueología Clásica; Lourdes Malgrat Escarp, directora de los Servicios Territoriales de Cultura de la Generalitat de Catalunya en Tarragona; y Joan Planellas Barnosell, arzobispo metropolitano de Tarragona.
Andreu Muñoz resaltó que esta nueva publicación «es el resultado de las intervenciones arqueológicas que se iniciaron hace cuatro años en el subsuelo del Museo Bíblico y que posteriormente se musealizaron para darlas a conocer al público y a la ciudadanía de Tarragona». En este sentido, el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas Barnosell, resaltó el valor de un espacio que «ha visto pasar al emperador Trajano, a reyes y arzobispos medievales y que, más tarde, fue un refugio de las crueldades de la Guerra Civil Española». Un pasado que ahora sirve para «aprender la historia, adquirir sensibilidad artística y difundir los valores de la paz y la tolerancia».
El director del ICAC, Josep Maria Palet , definió el libro Tarracrópolis como «el colofón a un trabajo muy largo y continuado, de muchos años». Y apuntó que la publicación «no es un punto final sino un punto y seguido». Y es que tanto el Museo Bíblico, como el ICAC y el Arzobispado de Tarragona ya están preparando una nueva fase de excavaciones que, en este caso, se centrarán en el Museo Diocesano. El inicio del nuevo proyecto está previsto para finales de 2022 o inicios de 2023, y en los próximos meses acabará de definirse la propuesta.
Por su lado, el director de las excavaciones arqueológicas, Josep M. Macias, puso en valor que la Casa de los Concilios «es uno de los espacios de la ciudad con una actividad urbanística y humana más complejas de entender». Los trabajos arqueológicos en la sede del Museo Bíblico Tarraconense representan la cuarta fase del proyecto Catedral, que arrancó hace más de diez años en la Casa de los Canónigos y que comprendió los sondeos en el subsuelo de la nave central de la Catedral, donde se ubica el Templo de Augusto.
Los fundamentos que sostienen el actual Museo Bíblico, las inscripciones que se han realizado para exponer en la parte alta de Tarragona los planos antiguos que se han dibujado y las monedas que se han acuñado a lo largo del tiempo son los vínculos que unen los tarraconenses de ahora con los de antes, Josep Maria Macias.
Hubo también una mención a los más de 100 metros de galerías laberínticas que ahora se pueden visitar en el subsuelo del Museo Bíblico, desde el espacio Tarracrópolis. En el transcurso del proyecto, el hallazgo del refugio obligó a incluirlo a los recursos didácticos de la sala. La ciudad de Tarragona dispone ahora, posiblemente por primera vez, de un espacio estable y permanente que hace justicia a la memoria histórica de los y las tarraconenses que sufrieron la barbarie de la guerra. Creíamos que esto era una cosa del pasado, pero, desgraciadamente, se está demostrando que los refugios antiaéreos todavía pueden ser útiles, en la Europa del siglo XXI.
Un pequeño viaje de 2.000 años de historia
El proyecto Tarracrópolis surgió del descubrimiento de una de las exedras paganas del Templo de Augusto, en el subsuelo del Museo Bíblico. El proyecto ha tenido una clara orientación divulgativa, con unos resultados que incluyen publicaciones, actividades de difusión y la inauguración de un espacio de interpretación histórica que se ubica en el interior del Museo Bíblico y que cuenta con dos salas museográficas y, a diez metros bajo tierra, más de 100 metros de galerías laberínticas de un refugio de la Guerra Civil perfectamente conservado y que llegó a acoger 700 personas.
El conjunto de resultados del proyecto Tarracrópolis hace más comprensible el reciclaje urbano que ha vivido la parte más alta de la ciudad de Tarragona en los últimos 23 siglos de historia.
En las dos salas del espacio Tarracrópolis podemos ver: una colección de inscripciones (de las cuales destaca la réplica de la inscripción que se conserva en el interior de la Torre de Minerva y que es la más antigua de la Península Ibérica); una réplica de la pileta trilingüe hebrea de Tarragona; un audiovisual (disponible en tres idiomas) con la evolución de la historia de la acrópolis de Tarragona; dos maquetas arquitectónicas a escala 1:200 que recrean el recinto de culto imperial romano y la Catedral de Tarragona construyéndose hacia el año 1275, en la época medieval; una colección de grabados originales que muestran planimetrías históricas e imágenes de la acrópolis como ventanas abiertas al pasado; y una colección de numismática, con monedas desde época ibérica (que son testimonio de la antigua Kesse ibérica) hasta nuestros días.
Todo este material tiene relación con las excavaciones arqueológicas efectuadas en el marco de los proyectos cuadrienales que articula la Generalitat de Catalunya.
Los grabados históricos nos muestran como las calles de la Part Alta de hoy, trazados en la Edad Media, todavía se mantienen y fueron determinados por el urbanismo de la antigua capital romana.
Toda piedra hace pared
El libro Tarracrópolis. Un viatge de 2.000 anys d’història continúa la tarea divulgadora de las ediciones de los proyectos Praesidium/Templum et Ecclesia (2011) y Amphiteatrum, memoria martyrium et ecclessiae (2013) y que aportaron, siguiendo la política de acceso abierto y ciencia abierta del ICAC, varias publicaciones disponibles en acceso abierto en Internet.
La publicación recoge toda la tarea de investigación y divulgación hecha en los últimos años, desde el ICAC y el MBT pero en colaboración con muchas otras instituciones, personas y entidades. En concreto, el libro recoge el esfuerzo de 25 personas y 8 instituciones. Y eso también refleja el carácter del proyecto Catedral: implicar a todo aquél que quiera sumar y animar cada vez a más gente para que se implique.