Los trabajos realizados por el grupo de expertos y estudiantes reafirman el carácter urbano y militar de este enclave predominante en el Mediterráneo.
Las excavaciones arqueológicas que se han llevado a cabo en el yacimiento visigodo de Valencia «la Vella», en Riba-roja de Túria, permiten deducir que en este enclave se disponía de un taller propio de fabricación de monedas después del descubrimiento de nuevos ejemplares durante las jornadas de estudio y prospección realizadas en la zona.
También se han recuperado ánforas norteafricanas del siglo VI.
Los trabajos desarrollados durante las últimas semanas han permitido recuperar más de 50 monedas de uso legal durante la época visigoda en Riba-roja de Túria, algunas de ellas acuñadas en la Italia del reino Ostrogodo, otras procedentes del actual Túnez, y también algunas elaboradas durante los períodos de ocupación vándala y bizantina, además de otras piezas procedentes de diversas zonas de la Península Ibérica.
El descubrimiento de las 50 monedas halladas en la zona ha sido posible gracias a los trabajos de los arqueólogos expertos y los estudiantes del VI Curso de Arqueología visigoda y cristiana de Valencia «la Vella». La coordinación ha estado a cargo de Albert Ribera, con la dirección arqueológica de Òscar Caldés, Josep Maria Macias y Miquel Rosselló, y el equipo técnico de Andreu Muñoz y Josep Maria Puche. Ha tomado parte de la excavación un grupo de 11 alumnos del curso y otros cinco colaboradores.
Las monedas descubiertas en esta edición se suman a las más de 350 que se han hallado a lo largo de los últimos años, entre ellas algunas notables en importancia, como una acuñada en Roma que pertenecía al rey ostrogodo Totila, fallecido en el año 552 y conocido también con el nombre de Baduila. Los trabajos se han centrado, además, en la identificación tipológica de la abundante cerámica del yacimiento encontrada en esta edición, cuya datación se sitúa entre los siglos VI y VII después de Cristo.
La octava edición de las excavaciones arqueológicas en Valencia «la Vella» ha sido posible gracias a la financiación del Ayuntamiento de Riba-roja de Túria y la Diputación de Valencia, en colaboración con el Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC-CERCA) y la Friedrich Alexander Universität-Erlangen-Nürnberg, así como la Universidad de Sevilla, para las acciones de investigación complementarias.
Los trabajos arqueológicos de este año se han centrado en intensificar los estudios de campo sobre los principales lugares en que se dividía la ciudad visigoda, a partir de tres sectores delimitados gracias a las labores realizadas durante los últimos años. En el área más alta del yacimiento, se han encontrado nuevos bloques de piedra englobados en un nivel geológico, cubierto por un nivel de circulación formado por una calle, cuya conservación parcial es posible apreciar actualmente.
Con la Friedrich Alexander Universität-Erlangen-Nürnberg se llevó a cabo una actuación de prospección geofísica en la plataforma intermedia de la ciudad visigoda. A partir de la prospección, se ha podido determinar la existencia de distintos espacios arquitectónicos y una posible calle en este área de la ciudad.
Con la Universidad de Sevilla, y la financiación de la Fundación Palarq, se ha efectuado un proyecto de selección y recogida de muestras de mortero de cal para su análisis de Carbonio-14. La datación mediante C-14 se realiza con la técnica instrumental de espectrometría de masas con acelerador (AMS), usando un equipo MiCaDaS (Mini Carbon Dating System) de 200kV disponible en las instalaciones del Centro Nacional de Acceleradores del Parque Tecnológico de Cartuja (Sevilla).
En la denominada área 1.000 del yacimiento, se han hallado nuevas silos de almacenamiento intercomunicados entre ellos, lo que permite deducir un sistema subterráneo que abarca al menos unos 30 metros cuadrados de extensión, con características propias y específicas relevantes que existían durante el esplendor de este yacimiento visigodo predominante.
Los últimos resultados reafirman el carácter urbano y militar de Valencia «la Vella» y ¡nos anima a seguir investigando!
Por último, se han continuado los trabajos en el tercer bloque de este yacimiento, en un área de transición entre la plataforma intermedia y la inferior. Después de las labores de excavación, se ha confirmado la presencia de un sistema de escalinatas y pasillos que comunicaba ambas zonas de la ciudad visigoda. Estos descubrimientos permiten deducir que se trata de un carácter propio de la ciudad visigoda, donde destacaban no solo las murallas que la envolvían, sino también su propia circulación urbana.
En una visita al yacimiento, el alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga, subrayó «el notable trabajo que han llevado a cabo los expertos arqueólogos y los estudiantes que han participado en las excavaciones y que, edición tras edición, permiten encontrar nuevos descubrimientos específicos sobre la ciudad visigoda que fue predominante durante la civilización de la época en el ámbito del Mediterráneo y que, ahora, nos permite avanzar en su estudio e investigación; es importante porque podemos seguir estudiando nuestro origen a partir de las civilizaciones que han pasado por nuestro municipio.»
El pasado 19 de julio se organizó una jornada de puertas abiertas al yacimiento en la que participaron unas 80 personas. Los arqueólogos a cargo de la campaña arqueológica de 2023 los guiaron por los diversos puntos de excavación del yacimiento y expusieron tanto los resultados preliminares de este año como el contexto de los avances, ya que hace más de cinco años que el ICAC lleva a cabo la investigación.
- Coordinación: Albert Ribera.
- Dirección arqueológica: Òscar Caldés, Josep M. Macias y Miquel Rosselló.
- Equipo técnico: Andreu Muñoz y Josep M. Puche.
- Alumnos 2023: Dalmau Díaz, Itziar Gutiérrez, Ruth Abad, Arantxa Navarro, Gemma Fernández, Xavier Fernández, Roger Solà, Belisa Tarín, Natàlia Jiménez, Sònia Millán, Víctor Bengoa.
- Con la colaboración de Rubén Caballero, Iscael Alcon, José Luis Cordoba, Darío Pérez y Tonet Tro.
El Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC-CERCA) es un centro CERCA creado como consorcio en 2003 por la Generalitat de Catalunya y la Universidad Rovira i Virgili. Tiene su sede en Tarragona, ciudad reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 2000, y está especializado en la investigación y formación avanzada en arqueología clásica. ¡Somos CERCA!